Los orígenes de Halloween están arraigados en antiguas festividades agrícolas que celebraban el final de la temporada de cosechas, un tema que resuena con la dedicación de Grower a apoyar a los agricultores en la siembra y cosecha de sus cultivos. Esta festividad se remonta al festival celta de Samhain, celebrado hace más de 2,000 años en lo que hoy son Irlanda y el Reino Unido. Para los antiguos celtas, Samhain significaba el cierre de la temporada de crecimiento y la llegada del invierno, momento en el que las comunidades se reunían para ofrecer lo último de su cosecha, encender hogueras y prepararse para los meses de inactividad que se avecinaban.
Con el tiempo, Samhain se fusionó con las celebraciones cristianas como el Día de Todos los Santos, evolucionando hacia Halloween, pero manteniendo símbolos como las ofrendas y las decoraciones otoñales. Las calabazas, que hoy son símbolos icónicos de Halloween, originalmente eran nabos tallados que las comunidades utilizaban en rituales agrícolas para ahuyentar a los espíritus malignos y asegurar cosechas abundantes en el futuro.
Entender esta base agrícola ofrece una nueva perspectiva a las celebraciones actuales de Halloween, subrayando una tradición nacida de los campos y un respeto por la tierra, valores que Grower apoya con orgullo en su misión de empoderar a los agricultores y celebrar la belleza cíclica de cada temporada de cosechas.